Prometido post… Hace un montón que me estoy manejando sólo con Instagram pero hoy vuelvo al blog porque me toca contarles de un tema más extenso: cómo estoy de a poco sacando los tóxicos/sustancias nocivas fuera de mi casa y generando un hogar lo más sustentable posible. Es un camino largo, que no se ha terminado aún y estoy lejos de la perfección, pero realmente creo en el poder de las pequeñas acciones y cambios que, sin ser radicales, si todos los hicieran haríamos un bien significativo para nuestra salud y la del planeta. Creo que es urgente que reaccionemos (y si te queda alguna duda, investigá sobre lo que dicen los científicos sobre el rumbo que está tomando el cambio climático, sobre el impacto de los plásticos en el medioambiente y chusmeá la bibliografía que dejé abajo).
Para comenzar a plantearme cambios me inspiré en dos corrientes de ideas: la de los tóxicos ambientales (punto de vista de la salud, que vi en mi carrera de medicina) y la del movimiento zero waste (punto de vista ambiental). Desde el primer aspecto, algo que he querido evitar a toda costa son los agentes carcinogénicos pero sobre todo los disruptores endócrinos u hormonales (resumido, son sustancias que mimetizan el accionar de nuestras hormonas, se unen a los receptores en distintos lugares del cuerpo y causan efectos biológicos; casi siempre simulan a los estrógenos). Una aclaración: no se puede vivir aislado en una burbuja y estas sustancias están en todos lados; de hecho aun podemos detectar sustancias prohibidas por su biopersistencia. Al principio al leer investigaciones me asusté, pero ya acepté que no se puede evitar del todo y está bien hacer lo que esté a mi alcance sin volverme loca para que me afecte lo menos posible y para no contribuir en que siga la contaminación (es igual de tóxico tener pensamientos fatalistas que las sustancias en sí). Los cambios que hago son por mí, y por el ambiente y los animales: estos agentes también los afectan y pueden poner en peligro la supervivencia de muchas especies (ya están sucediendo ciertas mutaciones que causan esterilidad en algunos peces por ejemplo, y en humanos también afectan la parte reproductiva). Y en cuanto a la movida zero waste o basura cero, me parece lo más razonable para parar el despilfarro y la contaminación innecesaria del planeta. ¿Vale la pena generar basura que perdurará siglos y arruinará ecosistemas por usarlas un rato? Me parece que estarás de acuerdo conmigo de que no lo vale. Si bien es difícil no generar absolutamente nada de basura, con intentar pasarse al low waste (disminuir lo más posible la basura generada) ya es buen comienzo.
Para evitar sustancias nocivas, lo primero y principal es informarse, leer donde están (dejo bibliografía abajo) y cuáles son las alternativas. Les dejo algunos intercambios que hice en mi casa:
- Elementos de cocina: ya usaba ollas de acero inoxidable pero mis sartenes eran de teflón, que tienen PFOA y PTFE (disruptores endócrinos que al calentarse incluso pueden causar la muerte de pájaros). Las cambié por sartenes de cerámica (fijarse que diga libre de PFOA y/o PTFE o preguntar, hay varias marcas como Cecotec… yo compré una china, no recomiendo, es mejor invertir en una de calidad) y de hierro fundido (la mía fue hecha por un herrero de mi ciudad Tandil). Para hacer budines uso budinera de silicona libre de BPA (otro disruptor) y tengo otra de aluminio, aunque ninguna me convence (tengo en la mira una de vidrio de Pirex). Espátula uso de acero inoxidable, y cucharas de metal y de madera.
- Tuppers: recomiendo fuertemente la línea de tuppers de Pirex con cierre hermético (la tapa es de plástico sin BPA y el tupper en sí es de vidrio, que resiste freezer, microondas y hornos así que también los uso como fuentes para cocinar). También tengo un tupper grande y de las mismas características de Marinex. Las tapas de plástico las uso solamente para guardar, no las expongo a las temperaturas altas (no las meto al microondas), ya que el calor desestabiliza las moléculas del plástico y causa la eliminación de esas sustancias nocivas.
- Bowls: elijo acero inoxidable y vidrio (Pirex, Carol y Marinex tienen).
- Broches para ropa: elijo los clásicos de madera.
- Alacena: si bien me quedaron algunos tarros plásticos que trato que no se expongan al sol, la mayoría lo guardo en frascos de vidrio con tapa de metal. Para ahorrar pueden ir a un local de envases (Centro Envases en Olavarría es muy recomendable y tienen precios increíbles) y comprar al por mayor (yo compre un pack grande con muchos frascos). También al comprar aceite de coco, mantequillas, untables de castañas, mermeladas y varios de esos alimentos elijo que vengan en envase de vidrio y al terminarlos los lavo, desinfecto y reutilizo, incluso los llevo a los almacenes y dietéticas para que me los rellenen cuando se puede. Otra opción es llevar bolsas para compras a granel + frascos de cartón (tipo de dulce de leche repostero) que se compran en lugares de envases o papeleras, que son livianos y no se rompen y sirven para harinas por ejemplo. ¡Importantísimo planificar qué vamos a comprar y dónde lo podemos trasportar hasta la alacena!
- Verdulería: no olvidar bolsita reutilizable y alguna impermeable (pueden comprarlas o lavar una bolsa de plástico que aún tengan en su casa y reutilizarla algunas veces, aunque no es ideal). Para disminuir el impacto ambiental, siempre que puedo compro a productores orgánicos u agroecológicos que vivan cerca (es más fácil en Tandil, pero en Olavarría a veces se hacen ferias de productores locales donde se pueden comprar algunas verduras y huevos agroecológicos). En mi casa de Tandil tenemos huerta y siempre me dan variedad de verduras cuando voy a visitarlos.
- Agua: por razones de salud nunca pude tomar agua corriente, por eso toda la vida tomé agua mineral embotellada. Cuando tomé consciencia de la cantidad de desechos que representan y que tampoco son tan saludables (es plástico, tiene BPA y compuestos similares que al estar expuestos a temperatura o sol se liberan al agua), me animé a hacer un cambio. Mi papá es distribuidor de filtros PSA y no me animaba a probar hasta que me decidí y le pedí que me instale uno, el Senior 3. Este filtro genera una reducción de más del 90% de cloro, 60% de trihalometanos (THM´s) y de metales como hierro, plomo, cromo, manganeso y aluminio; el uso de la zeolita natural permite ampliar el espectro de retención de metales porque incorpora la retención de aluminio. En casa de mis papás hay un Quantum (que además ablanda el agua) y un filtro de ducha (para evitar sobre todo el cloro). Los filtros se eligen según el tipo de problema que haya en el agua de tu ciudad, tus necesidades. Los precios varían, no son baratos pero son una inversión en salud. Hay también: filtros portátiles para camping y viajes, eco dispenser (se apaga cuando no hay luz para un consumo eficiente de la electricidad, además de filtrar el agua, y tiene varios otros beneficios), filtro para piscinas, filtro de aire (de los más completos del mercado argentino) y gasificador de agua (para hacer soda casera). Llevan un mantenimiento (se llama retrolavado, es relativamente sencillo), cuya frecuencia también depende de la calidad y dureza del agua, y haciéndolo adecuadamente duran algunos años (el que dura menos es uno para arsénico, el resto duran bastante más). Además al terminar la vida útil podes canjear el usado por uno nuevo con descuento. Hay otras marcas de purificadores que no he probado ni conozco a nadie que los haya usado, pero los precios son similares (si fueran baratos, sospechá). La calidad de los PSA es muy buena y están debidamente aprobados por ANMAT. ¿Cómo complemento mi filtro? ¡Con mi botella recargable de vidrio! Como ven amo el vidrio, es de los materiales más nobles porque es totalmente inerte y atóxico, cero poroso y seguro. Mi botella es marca Liveslow, que son de un vidrio muy resistente y están recubiertas de silicona de calidad para que estén protegidas. Vienen en colores hermosos y a un precio similar a las demás botellas recargables del mercado. Tienen un amable servicio al cliente también. La llevo a todos lados y anda de diez… ¡La recomiendo mucho!
- Lavado de ropa: mi idea al cambiar era usar algo que no tenga nada que me irrite la piel y que además fuera biodegradable (¿sabían que los jabones de ropa comerciales persisten en el ambiente?). primero probé la EcoBola de lavado, que sirve pero para ropa no muy sucia. Es una bola que se mete al lavarropas con la ropa y supuestamente actúa por varios mecanismos para retener la suciedad. Como con el tiempo me dejó de convencer tanto, busqué un jabón líquido y me encontré con el que me encanta y uso siempre, el de Biogreen. Tiene pocos ingredientes (lástima que tiene perfume), es biodegradable y extremadamente rendidor. ¡Lo super recomiendo! También recuerden juntar bastante ropa para no hacer tantos lavados y elegir los más cortos o ecológicos.
- Lavado de platos: mi reemplazo de la esponja plástica es la famosa luffa, que es una esponja vegetal fruto de una planta (si la compran suele venir con semillas, que pueden plantar). Y como detergente descubrí el de MásBio, que tiene pocos ingredientes, es biodegradable, tiene un rico olor, desengrasa perfecto y es rendidor… ¡otro muy recomendado!
- Baño, vidrios/espejos y pisos: los pisos los lavo con una mezcla casera de agua y vinagre con aceites esenciales antisépticos (tea tree, tomillo y naranja). Se pueden desinfectar con alcohol al 70%. Los artefactos del baño los limpio con el limpiabaños de MásBio que también me encanta el aroma y la efectividad (es un líquido con spray que hace cierta espuma pero lava bárbaro). Para vidrios se puede hacer una dilución de vinagre en agua con aceites esenciales (si buscan en Instagram a Mi vida botánica, Duba es la reina de las recetas naturales para hogar y cosmética).
- Reducción de basura / tips low o zero waste: eliminé buena parte de alimentos procesados de mi casa y empaquetados, por ejemplo en vez de comprar masitas cocino budines y/o pan sin gluten una vez por semana y los fracciono/congelo (si comen sin gluten y cocinan en vez de comprar van a ahorrar mucho). Cocino lo más posible en general, para que sea más saludable y para no generar desechos innecesarios. Las hierbas para hacer tés o preparados cosméticos y medicinales las compro a granel y las pongo en frascos, así evito los saquitos (que a veces tienen plástico) más el paquete en sí. Las pocas cosas que compro en paquete separo cartón para reciclar y si hay plástico lo meto en un ecoladrillo. Personalmente no me gusta la idea del ecoladrillo porque no deja de ser plástico y estar relleno en parte por envoltorios de alimentos ultraprocesados, pero en algunos casos no he encontrado reemplazos sin envoltorio aun (ej., consumo fideos sin gluten Wakas que son ricos, sin tacc, saludables y vienen en envase de cartón pero con una bolsa… Así que tengo que separar; también algunas harinas sin tacc no consigo sueltas). Lo orgánico va a la compostera, que hice y estrené hace poco más de una semana (veremos cómo me va). Para lo reciclable (vidrio, cartón y papel, latas) tengo una caja donde voy poniendo esos residuos y luego los llevo a un Punto Limpio. La clave está en revisar nuestros hábitos de consumo, ver por dónde podemos empezar a reducir (la compostera y las compras a granel son clave en mi opinión) y organizarse, ¡sin desesperar!
A continuación les dejo recursos donde pueden informarse más de estos temas:
Basura cero o low waste:
Instagram: recomiendo fuertemente que sigan a @lalocadeltaper (una genia en cuestión zero waste), @redcompostaje, @verdeyconsciente, @somostiendasustentable, @olavarriaverde, @espaciosustentable (tienen página web muy buena).
Vean la charla TED de Lauren Singer https://www.youtube.com/watch?v=pF72px2R3Hg&t=58s
Tóxicos ambientales:
Libro “La primavera silenciosa”, de la bióloga Rachel Carson.
Parte IV “El increíble escándalo de los disruptores endócrinos” del libro” El veneno nuestro de cada día”, de Marie-Monique Robin.
Ensayo “Bioética y salud ambiental”, de Manuel Velazco-Suárez.
Capítulo 12 “Riesgos y amenazas” del libro “Medicina virtual. En los bordes de lo real” de Pedro García Barreno.
También si leen en inglés y tienen formación en las ciencias biológicas y de la salud, pueden buscar estudios serios en Pubmed (hay más de los que se imaginan, increíble como sigue sin importarle a tantos profesionales con las evidencias que hay).
Si quieren saber más de alimentos ultraprocesados y lo que implican: libro Mala Leche, una joyita de Soledad Barruti (con muchas referencias bibliográficas serias).
Espero que estos datos les sirvan de punto de partida como a mí para inspirarlos a hacer algo por el mundo en que vivimos y por ustedes mismos. Cuentenme si tienen alguna otra fuente de información de calidad y útil o compartan sus tips en comentarios… ¡Los leo!